Etolólogos: Veterinarios enfocados en el comportamiento
Así como ocurre en la medicina, entre los veterinarios existen veterinarios generales y veterinarios con especialidad. Una de ellas es la
etología, una ciencia multidisciplinar que ayuda a
entender ciertos comportamientos negativos caninos. Es decir, un etólogo analiza y trata temas de comportamiento que no parecen resolverse con un entrenamiento básico. Cuando te enfrentas a los siguientes problemas con tu perro y ya intentaste lo básico (entrenamiento, veterinario, cambio de hábitos), es probable que un etólogo pueda ayudarte.
- Agresividad
- Destructividad
- Trastorno de separación
- Ladrido excesivo
- Ansiedad
- Fobias
- Falta de control al pasear y/o jugar
- Hiperactividad
- Comportamientos de marcaje (orina y rascado)
- Eliminación inadecuada (poco control de esfínteres y horarios).
¿Por qué surgen estos comportamientos?
Generalmente estos temas surgen por un déficit de comunicación entre el dueño y el perro. Se llaman “alteraciones de la conducta” y los etólogos son los indicados para ayudarte a manejarlas. Para ello, hay que analizar no solo al perro en cuestión, sino su ambiente, historial médico y su relación con el dueño y los demás miembros de la familia. En ciertos casos, si el etólogo lo considera necesario, el diagnóstico puede incluir algunas pruebas físicas como rayos X o análisis de sangre. Y una vez que se realiza el diagnóstico, se procede al
tratamiento de modificación de conducta. Esto no es lo mismo que el
adiestramiento canino. Entonces, ¿cuál es la diferencia?
Modificación de conducta canina
En el caso del adiestramiento, el perro
aprende comandos y las reglas que representan. En cambio, el tratamiento de modificación de conducta incluirá varios pasos cuyo objetivo es
enseñar un nuevo comportamiento que reemplace al anterior. A través de la modificación de conducta canina, se promueve el ejercicio mental y la creación de una relación fortalecida y saludable entre el perro y su dueño.
Por lo tanto, los dueños deben trabajar
activamente para lograr la meta. Las correcciones se realizan mediante una
reeducación en positivo. Es decir, el uso de lenguaje amigable y sin métodos que provoquen malestar o dolor en el canino.
Si tu perro tiene más de un año y has notado alguna de las conductas negativas que mencionamos, presta más atención. Primero considera si estas conductas son respuesta a un cambio de hábitos de tu parte. Por ejemplo, dejarlo más tiempo solo, reducir el ejercicio o incluso un nuevo miembro de la familia. Asimismo, considera si notas signos de enfermedad, pues el dolor o malestar físico también puede hacer que un perro cambie su conducta. En todo caso, consulta a tu veterinario y, si es necesario, a un etólogo.
No te desesperes y mucho menos lo ignores. La modificación de conducta depende del esfuerzo de ambos.
Super interesante el post!!!