¿Es cierto que un perro y gato se van a pelear siempre? La verdad es que no; la verdad es que puede suceder cualquier cosa entre ellos: que se peleen, sí, pero con más probabilidad que no interfieran, e incluso que se conviertan en grandes amigos. Seguro has visto fotos de gatitos durmiendo arropados por un perro; ¿no son adorables?
Recomendaciones para una buena relación entre tu perro y gato
Alimento
Los temas de conflicto entre todos los animales, de la misma o distintas especies, en cautiverio o en estado salvaje, suelen ser pocos y suelen ser los mismos: la territorialidad, asociada a dos cuestiones, el alimento, y la reproducción. En general, este último asunto de la competencia entre machos por una hembra no sucede cuando se trata de especies diversas, así que nos queda sólo el tema del alimento.
Vamos al grano: distingue muy bien la comida de tu perro y gato; no permitas que ambas estén disponibles para los dos. El modo en el que se logra es teniendo el platito de comida del gato, que suele estar servido siempre, en un lugar inaccesible para el perro; es decir, poniéndolo en alto, en un sitio a donde sólo el gato se pueda subir. Los perros suelen comer cuando les sirves, y no se acostumbra a que tengan siempre alimento disponible; eso lo vuelve más sencillo: cuando le des de comer a tu perro, no permitas que el gato esté cerca. Aunque lo cierto es que lo más frecuente es que el perro quiera la comida del gato y no al revés.
La atención a tu perro y gato
Sin embargo, el tema del celo y las hembras se puede reflejar en otra situación que sí sucede en el entorno doméstico. Quizá los animales no se peleen por reproducirse, pero sí puede ser que luchen por tu atención y tu cariño. A este respecto nuestro mejor consejo es que le dediques tiempo a ambos, de manera separada, según lo que a cada uno le guste. Juega con el gatito y su listón, su estambre, hazle cosquillas; por otro lado, saca al perro a pasear o juega con él a la pelota o el frisbi, si eso es lo que prefiere.
Situaciones especiales
A veces los animales tienen personalidades complicadas, problemas de carácter o de socialización. Puede suceder con casi cualquier especie animal. Si tu perro y gato son conflictivos, quizá no sea buena idea introducir en su ambiente una nueva mascota. Si decides hacerlo, o si ya tienes a ambos, un veterinario especialista en la conducta canina o bien en la felina pueden ayudarte.
Esperamos que tengas mucha suerte, y que tu perro y gato sean una de esas parejas que se convierten en mejores amigos. ¡Claro que es posible!