Ansiedad en perros: causas y síntomas
Al igual que los humanos, los perros también pueden presentar padecimientos mentales. La ansiedad es una de las enfermedades más comunes en las mascotas y sobre todo en los perros. Esta enfermedad puede generarles distintos problemas de comportamiento que afectan la relación con sus amos y con otros perros.
En la revista veterinaria 4 Patas, el médico etólogo Juan Camilo González describió la ansiedad en perros como “una respuesta no adaptativa que aparece cuando se predice un evento y que puede tener varias fuentes que la agudizan dependiendo del caso”. La ansiedad está caracterizada por una actitud de inquietud, nerviosismo e inseguridad constante en los perros.
Este cambio de temperamento en los perros que padecen ansiedad es una respuesta involuntaria generada por su sistema nervioso autónomo, la cual se desencadena cuando el perro se siente ante una situación de peligro que no puede controlar. En pocas palabras, las reacciones de los perros con ansiedad son producto de un sentimiento incontrolable de miedo y un estado de alerta constante.
Ansiedad por separación
El tipo de ansiedad más común en los perros es la ansiedad por separación. Esta se nota fácilmente pues los perros lloran o aúllan en demasía cada que sus amos se van. Incluso, es común que al llegar, sus dueños encuentren orines dentro de la casa. La ansiedad por separación es común en perros especialmente sociales, ya que surge de la necesidad de sentirse parte de un grupo.
Existen otros tipos de ansiedad en perros, las cuales son respuesta a fobia al ruido, sonidos inesperados o incluso hacia otros perros. Es posible detectar esta enfermedad a través de la observación de cambios en el comportamiento de los perros. Algunos de los síntomas son los siguientes:
- Comportamientos agresivos contra otros perros o humanos.
- Comportamientos destructivos dentro de la casa (incluso en perros educados). Por ejemplo, morder todo lo que encuentren a su paso.
- Exceso de salivación y jadeos constantes.
- Ladridos y aullidos sin parar.
- Estado de alerta constante: falta de sueño, músculos tensos y actitud vigilante.
- Se lame excesivamente, así como a otros objetos.
- Autoflagelación. Es decir, se rasca con intensidad, se muerde o se golpea contra las paredes.
- Hace sus necesidades dentro de la casa o en lugares prohibidos (aunque esté entrenado).
- Caminar en círculos y perseguir su cola.
- Piden atención constante.
- Temblores fuertes.
Si notas que tu perro tiene alguno o varios de estos comportamientos, llévalo al veterinario para que te guíe en un tratamiento para reducir e incluso eliminar estos comportamientos de ansiedad.